Cuando hay que transcribir hasta los suspiros…

En ocasiones, quien nos encarga una transcripción nos pide especialmente que incluyamos en ella absolutamente todo, incluidas las muletillas que solemos eliminar.

Son casos especiales, que tienen que ver con las características del trabajo que se va a realizar con esa transcripción, en general son trabajos de investigación donde se hace análisis de discurso.

También el cliente suele pedir la inclusión de las pausas prolongadas, que hace quien está siendo entrevistado, si tose, si suspira, si llora, si se ríe, si ríe a carcarjadas, o lo hace con una risita nerviosa, si sube el volumen de la voz, o si lo baja, si titubea, si grita, etc. Esto se hace cuando se trata de una entrevista psicológica, y es un trabajo que exige mucha más atención para no perder ninguna de estas manifestaciones que le serán de gran utilidad al profesional psicólogo cuando haga su diagnóstico o informe de la entrevista.

Siempre es fundamental mantener un control estricto respecto de la confidencialidad del material que se nos confía, más aun en estos casos en que está en juego la privacidad de un paciente, y el prestigio de un profesional.

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